El macho alfa es el hombre que otros hombres quieren ser, con el que las mujeres quieren estar y que consigue lo que él quiere, normalmente mujeres. Podría parecer un concepto pintoresco en estos días si no fuera tan radioactivamente tóxico. Pero a pesar de las revelaciones que precipitaron la caída del deshonrado productor de cine Harvey Weinstein, los arrastradores de nudillos como Donald Trump continúan tomando el poder y agarrando coños con aparente impunidad, sin mencionar la mala educación.
El término «macho alfa» proviene, como gran parte del comportamiento primitivo que legitima erróneamente, del reino animal. Se limitaba en gran medida a la primatología hasta la publicación del libro de Frans de Waal de 1982 Chimpanzee Politics, que comparaba las interacciones de los monos con los humanos, al igual que Nigel Farage defendió a Trump comparándolo con un gorila de espalda plateada. En los noventa, la consultora Naomi Wolf fue informada de que le dijo a Al Gore, entonces vicepresidente de Bill «Slick Willie» Clinton, que necesitaba ser más «alfa» para convertirse en el gran perro. Por lo tanto, el término podría ser responsable de más daños de los que nunca sabremos.
La otra biblia del movimiento de machos alfa fue «El Juego» de 2005, que trajo el «arte» y el «pavoneo» (estremecimiento) a las masas. Para ser justos con el autor Neil Strauss, el libro pretendía, al menos en parte, ilustrar las limitaciones de tal enfoque: un aumento de la falsa confianza y de las conexiones transitorias, pero una barrera para la conexión real o las relaciones a largo plazo. En cambio, al igual que otras representaciones literarias de figuras menos ambiciosas, desde el Gran Gatsby hasta American Psycho, fue interpretado como un manual de instrucciones por una generación de hombres disfuncionales que no pueden hablar con las mujeres sin material enlatado.
Repensando el macho alfa
Hay todo tipo de problemas con la noción del macho alfa. Como una psicología pseudo evolutiva y un malentendido fundamental de la biología. O que las jerarquías animales, donde sólo hay un alfa, no son un gran análogo para los humanos, donde claramente no es el caso. (Hemos prosperado precisamente porque somos criaturas sociales y colaborativas.) O los contextos tan diferentes que habitamos: puedes ser un alfa en la sala de juntas pero no en la sala de pesas, Elon Musk y no The Rock. O parafraseando a Sylvia Plath, que las chicas no son máquinas en las que pones monedas de negación hasta que el sexo se cae
El macho alfa juega con las insuficiencias e inseguridades de los jóvenes, así como los gurús de autoayuda no calificados y las salas de chat de Internet que usan el término como si fuera real. ¿No ganar en la vida? ¿Infeliz? Eso es porque eres un perdedor masculino beta. Pero podrías convertirte en un alfa en sólo siete simples pasos. Paso uno: ¡comprar mi libro electrónico! Reduce el ser un hombre a una lista de cosas a comprar o habilidades a dominar, una plantilla para la masculinidad de cartón de James Bond o Don Draper. De nuevo, mira más allá de la superficie bidimensional y no son exactamente los individuos más ajustados, o los más felices.
Tan quimérico como el «hombre real», el mito del macho alfa oscurece que hay muchas formas de ser un hombre exitoso en el siglo XXI, y muchas definiciones de éxito. Más importante aún, actuar como un gran cabeza de pene que se balancea no es un requisito obligatorio para ninguno de ellos. Aquí, en forma de lista de cómo ser un macho alfa confiable, hay 20 comportamientos aspirantes para ayudarte a ser mejor y más feliz y alfa de una manera moderna. Si los haces todo el tiempo, entonces, bueno, queremos ser tú.
Llama a la mierda
Esto incluye, pero no se limita a, cosas como el racismo o sexismo «casual»; insultos racistas, de género u homofóbicos; o comentarios sobre las apariencias de las mujeres, elogiosos o de otro tipo. Puede ser difícil ser el que diga, «Eso no mola». Pero dilo de todos modos. Incluso si tu amigo, familiar o colega se pone a la defensiva o se burla, sabrán que tienes razón.
No te metas en una pelea
Casi a toda costa. En la vida real, las peleas no corrigen los errores y restauran la justicia: resultan en sentencias de prisión y antecedentes penales, lesiones que cambian la vida y muertes de un solo golpe, escalada y represalias – contra usted o sus seres queridos. Por supuesto, piense en cómo actuaría si llegara a eso. Aprende artes marciales si te hace sentir mejor y no es sólo una salida para la ira reprimida que se liberaría más saludablemente en compañía de un terapeuta. Pero siempre aléjate. Si sientes un impulso violento de probar que eres un macho alfa o un «hombre de verdad», entonces no lo eres.
Sea el primero en sonreír
O saluda, extiende tu mano, preséntate, haz una broma, rompe el hielo. Sí, te arriesgas a la vergüenza y a la no reciprocidad, pero la otra persona probablemente estará agradecida de que le hayas evitado tener que hacerlo por sí misma, o de que estés ahí en silencio mientras ambos miran atentamente a sus teléfonos y evitan el contacto visual.
Sé flexible.
No en el sentido de la división de Jean Claude Van Damme entre camiones, aunque eso es bastante genial. (Y mientras estamos aquí, haz yoga o estiramientos regulares si no quieres ser menos macho alfa y más hombre de hojalata.) Como dijo Bruce Lee, «El árbol más rígido se agrieta más fácilmente, mientras que el bambú o el sauce sobrevive doblándose con el viento.» Un hombre fuerte es fuerte hasta el punto en el que se rompe: ser menos rígido y será más resistente, y capaz de rodar con los metafóricos golpes. Y no tengas miedo de llorar un poco.
Levántate
Ofrezca su asiento a cualquiera que lo necesite más que usted: mujer o hombre, viejo o joven.
Sé el hombre más grande
No, eso no es una referencia a ningún apéndice. Habrá muchos casos en los que la gente se comporte mal con usted. Comportarse tan mal o peor nunca es la respuesta correcta. Ponga un ejemplo, tanto si deciden seguirlo como si no.
Sea un líder accesible
Si eres un líder, entiende que eres responsable de la felicidad de la gente que te rodea. Entra con una cara como de trueno, ignorando a todo el mundo cuando cierras la puerta de tu oficina, y pasarán el resto del día ansiosos y miserables, preocupados de que te hayan molestado aunque no tenga nada que ver con ellos, y con un bajo rendimiento en lo que sea que quieras que hagan.
Por el contrario, un bocado de interacción positiva o retroalimentación los mantendrá durante días, semanas, incluso meses. La gente puede olvidar lo que dijiste, pero nunca olvidarán cómo los hiciste sentir. (Olvidamos quién dijo eso.)
Ser considerado con los demás
Pocas personas en la vida quieren fracasar, ya sea en la oficina o en el campo de fútbol. Así que si alguien está luchando, sacarlo como un sargento instructor homicida es poco probable que provoque un milagroso aumento en el rendimiento. Tal vez tratar de animarlos, o entender las circunstancias detrás de por qué están fallando.
Puede ser que no tengan lo que necesitan, o que no sepan qué hacer, o que les pase algo más en su vida que les dificulte las cosas. Es casi seguro que no están fallando por falta de esfuerzo, cuidado o respeto. Desafiando el cliché de la Cocina del Infierno, el chef Heston Blumenthal nunca le grita a su personal: si cometen un error, cree que es porque no los ha entrenado adecuadamente.
No hagas que todo sea sobre ti
La vida no se trata sólo de lo que dices o haces, o de los movimientos sexuales esotéricos que te salen. Se trata de interactuar con la gente que te rodea, y entender que son seres autónomos con sus propios deseos y necesidades, no extras en la película de tu vida, PNJs en tu juego de computadora personal o anfitriones de Westworld. Reconocer y responder a ellos y a aquellos, en lugar de leer de tu guión o libro de jugadas.
Comunícate
No, olvida eso: sólo escucha, ya sea que tu pareja venga del trabajo o que tu compañero te invite a tomar una pinta. No se trata tanto de lo que dicen, sino de las señales no verbales que te dirán alto y claro que han tenido un día de mierda, o que tienen algo en mente. Escarba más profundo y escucha un poco más. Y por muy obvia que te parezca la solución o lo que deberían haber hecho, no lo ofrezcas a menos que te lo pidan. En general, lo que la gente quiere es un oído comprensivo, no una boca inteligente
No pretendas que tienes todas las respuestas
O que sabes más de lo que no sabes. Algunas de las meteduras de pata más espectaculares ocurren cuando la gente (normalmente hombres) sobreestima su experiencia y no lo admite o cambia de táctica, incluso cuando está claro que se equivocaron. Lo cual suele suceder. Si metes la pata, entonces hazlo tuyo, confiesa y discúlpate. Y nunca tengas miedo de pedirle consejo a alguien que sabe más que tú, aunque te preocupe que parezcas menos competente como resultado. Es uno de los más fáciles y efectivos hackeadores de la vida, junto con la lectura de libros (reales, no libros electrónicos sobre cómo ser un macho alfa).
No seas el tipo de «yo insisto»
Ofrézcase a pagarle la cena, claro, pero que pague ella misma si insiste, y no insista más de una vez. Te remitimos a Sylvia Plath: las mujeres no son máquinas en las que pones monedas de bondad hasta que el sexo se cae. Sí, tal vez sólo quieres hacer algo bueno sin ningún tipo de ataduras porque eres un caballero íntegro de la más alta moral.
Pero tal vez no quiere que sientas, incluso a nivel subconsciente, que te debe algo. Tal vez no es asunto tuyo lo que ella quiere más allá del hecho de que quiere pagar su propia cena. Así que respeta eso. Tratar de presionar a alguien para que haga algo que no quiere hacer nunca está bien.
Esforzarse por lograr una auténtica igualdad
Eso no sólo significa asegurarse de que las mujeres sean escuchadas en el trabajo y no gritadas como en un «debate» político de la televisión, o incluidas en la conversación después de toda una vida de condicionamiento social para no ser «agresivas». También significa hacer la parte que le corresponde de los roles de género tradicionales como cuidar de los niños, cocinar, recordar los cumpleaños, reservar las vacaciones.
¿Cuándo fue la última vez que escuchaste la frase «padre trabajador», o un hombre al que le preguntaron cómo «lo tiene todo»? La suposición es que los hombres lo tienen todo, aparte de las cosas aburridas que no quieren, por lo que la mayoría de las mujeres pasan cinco horas extra a la semana haciendo ese «trabajo emocional» no remunerado.
Como dice la columnista Caitlin Moran, la vida de una mujer sólo será tan buena como el hombre con el que se case: cada pelota que dejes caer es una que ella tiene que recoger. ¿Quieres ser un macho alfa? Lava los platos y saca los cubos de basura sin que te lo pidan, ni esperes una medalla (o sexo) a cambio. Chupa cualquier impacto en tu trabajo como la nueva Dyson, porque ella también tiene que hacerlo. Y quién sabe, tal vez sea capaz de tener una buena carrera propia si lo haces. Las mujeres no quieren ser salvadas, quieren ser apoyadas, y eso no significa pagar por cosas.
Aunque en nuestra experiencia, una limpiadora es una inversión muy inteligente.
Sostén la puerta para todos
No pueden atravesarlo si está cerrado, ¿verdad? Además, sería extremadamente incómodo y más que un poco vergonzoso si no lo hicieras.
Estar en forma para el propósito
No sirve de mucho ser capaz de levantar un coche si no puedes correr para un autobús, o correr un maratón si no puedes levantar una bolsa de compras. Tu apariencia física es una consecuencia de tu capacidad, así que concentrándote en lo segundo, mejorarás lo primero con el bono de la fuerza genuina o la resistencia y sin el narcisismo presuntuoso que viene de mirar demasiado tiempo y con nostalgia en el espejo o en la balanza.
Puedes pensar que los bíceps abultados o los abdominales asesinos te harán más atractivo, y bien podrían, desde la distancia. Pero si te vuelves completamente ensimismado en el proceso, entonces te harás profundamente poco atractivo para estar cerca.
Nunca olvides tu propio privilegio
Y no le quites importancia a los relatos de otras personas sobre el trato perjudicial. Uno de los principales síntomas del privilegio es que no puedes ver el problema, porque no te afecta.
Sé interesante y serás interesante
Lee, mira y escucha cosas que te dan cosas de las que hablar. Mejor aún, pregúntale a la gente sobre su tema de conversación favorito: ellos mismos. Y enorgullécete de tu trabajo y tu apariencia, sean lo que sean. Eso es más atractivo que cualquier estatus o conjunto de ropa en particular.
Aprecie lo que tiene
Incluso si no es lo que te gustaría idealmente. No hay nada malo con la ambición o los objetivos hashtag, pero uno de los efectos más perniciosos del mito del macho alfa es que te condiciona a querer siempre lo que tiene el siguiente. E incluso si lo consigues, siempre hay alguien más arriba en la cadena alimenticia a quien envidiar
Estamos en lo que el psicólogo ganador del Premio Nobel Daniel Kahneman llama una «cinta de correr de la satisfacción», y los medios de comunicación social han presionado el botón de «aumentar el ritmo». Así que deja de intentar buscar la siguiente mejor cosa. No te preocupes por lo que los demás piensen de ti, aparte de los pocos que realmente importan. El verdadero logro en la vida es aprender a ser feliz con tu suerte, cómodo en tu piel, fiel. Porque si no lo haces, entonces ningún éxito profesional, posesiones materiales o conquistas románticas te satisfarán.
No te tomes demasiado en serio
La mejor manera de asegurar que nadie se ría de ti es reírse de ti mismo. La gente – mujeres y hombres – quieren estar cerca de alguien que sea divertido.
Retrocede
A veces la cosa más alfa que puedes hacer es no dar un paso adelante, o sobre alguien más, sino retroceder. Un hombre verdaderamente seguro de sí mismo es lo suficientemente seguro como para dejar que alguien más tome el centro del escenario.
