No hay nada más cotidiano que usar el champú de nuestra preferencia cada vez que nos lavamos el pelo al bañarnos.
Es posible que esta fase de nuestra rutina diaria sea ya tan común, que pasamos por alto el hecho de pensar que alguna vez en la historia de la humanidad, este producto que hoy es básico en nuestro kit de higiene, no existió.
¿Pero, qué es el champú y por qué lo usamos?, ¿realmente da los resultados que promete la publicidad que nos lleva a comprarlo?
El día de hoy conocerás todos los detalles que envuelven a este cotidiano artículo de limpieza personal y todo lo que hace por tu pelo. Continúa leyendo para que te enteres.
¿Qué es el champú?
Empecemos por definir lo básico de este concepto. El champú es un producto de higiene personal utilizamos para mantener limpio y cuidado el cabello.
Su principal objetivo al aplicarlo es la eliminación de toda la suciedad y sebo que acumulamos en el pelo durante el día, y así tener un pelo manejable.
No está de más tener información extra que nos ayude a entender de dónde salió este producto.
La palabra champú tiene su historia etimológica del inglés shampoo, se remonta a 1762 y significa “masajear”. Además, tiene de igual manera un origen Hindi donde su significado explica “presionar, amasar los músculos, masajear”.
¿De dónde salió?
Ahora que ya sabes un poco del objetivo principal de este producto, la historia del champú es interesante, pues un migrante de la India de nombre Sake Dean Mahomed introdujo el término y el servicio en el Reino Unido.
Fue a través de unos baños de “shampoo” que fueron conocidos como “Baños Indios de vapor de Mahomed” en 1759.
La similitud de estos baños con los baños turcos, hacía que los servicios fueran muy apreciados por los clientes, ya que recibían un tratamiento indio de champi que consistía en un masaje capilar terapéutico.
Por causa de estos servicios altamente demandados y apreciados por la población, lo hizo acreedor al título de “Cirujano de champú”.
Sin embargo, antes de que este tratamiento se hiciera más que popular, al principio los peluqueros ingleses hervían jabón en agua y le agregaban a la preparación hierbas aromáticas que servían para darle brillo y fragancia al cabello.
Así, un hombre llamado Kasey Hebert fue el que tomó la iniciativa de crear el primer champú con el nombre de Shaempoo y comercializarlo en las calles de Londres.
¿De qué está hecho el champú?
Es un completo error pensar que los champús están hechos únicamente de jabón y agua. Estos productos tienen diferentes formulaciones, cuyo objetivo es maximizar cualidades como:
- Excelente acabado después de lavar el cabello
- Fácil enjuague
- No dañar el cabello
- Una mínima irritación en piel y ojos
- Buena biodegradabilidad
Hay una larga lista de componentes que forman parte de los ingredientes del champú, pero algunos de los más comunes son el distearato de glicol, perfumes y espesantes que le dan la estructura al champú que ya conocemos, el más popular de estos es la sal común.
Dependiendo de cada fabricante, la formulación de estos productos pueden tener vitaminas, antioxidantes, antimicrobianos y protectores para que el champú no se degrade ni colonicen las bacterias que lo rodean.
Así funciona
Continuando un poco más con la historia del champú, este junto con el jabón, originalmente eran productos muy similares; sin embargo, el champú limpia a través de la separación del sebo del cabello.
¿Pero qué es el sebo? Se trata de un aceite natural que nuestro cuerpo produce gracias a las glándulas sebáceas, que lo expulsan al exterior a través de los folículos del cabello. El sebo es absorbido fácilmente por el pelo formando una capa protectora.
Esta sustancia tiene la función de proteger la estructura proteínica del cabello de daños externos, pero el efecto secundario de este trabajo, es que también atrapa la suciedad, la caspa y los productos que se añaden al pelo.
Ante esta situación, los componentes de los champús como los surfactantes y el jabón, se mezclan con la grasa con gran afinidad que eliminan el sebo que hay en el cuero cabelludo.
El mecanismo químico que hace funcionar el champú, es prácticamente el mismo que el del jabón, pues la grasa no puede ser arrastrada por el agua gracias a la superficie repelente al agua que tiene el cabello, por lo que solo lavar el cabello con agua no es funcional.
Variedad sin fin
¿Sabías que los primeros champús usados en Indonesia estaban hechos de cáscara y paja de arroz? Las cáscaras y pajas son quemadas hasta reducirlas a cenizas. Posterior a eso, las cenizas se mezclan con agua para formar espuma.
Estas cenizas espumosas son restregadas en el cabello para después lavarlo. El resultado es un cabello limpio pero muy seco, así que para evitar ese problema en el pelo, después del lavado con el champú de cenizas, aplican aceite de coco para rehumedecer el cabello.
La industria de la limpieza personal se ha visto beneficiada por muchos años con la elaboración de los diferentes tipos de champús que hoy vemos en el mercado y en la publicidad.
Lo cierto es que hay para todo tipo de necesidades y estamos seguros de que en más de una ocasión, ni siquiera has podido decidir cuál comprar de tanta variedad que encuentras:
- Para cabello rizado o lacio
- Para cabello seco o maltratado
- Sin sulfatos
- Sin sal
- Para control y eliminación de la caspa
- Con tintes
- Anticaída
- Para crecimiento de cabello
- Para bebés
- Para animales
- Orgánicos o naturales
En fin, la lista puede crecer sin problema, porque seguramente conoces más de los que anotamos.
¿Cómo usarlo correctamente?
No es una broma, por algo el champú trae instrucciones y es que en muchas ocasiones el champú, basándose en sus propiedades de limpieza, no ha sido siempre utilizado para fines de lavado de cabello.
Por esta razón te dejamos unas cuantas sencillas indicaciones:
- Moja tu cabello.
- Coloca en tu mano una pequeña porción de champú y aplícalo desde la raíz hasta las puntas.
- Vuelve a añadir un poco de agua y masajea con suavidad con las yemas de tus dedos a cada lado de la cabeza hasta que haga espuma el producto, en caso de que sea uno de los que produce espuma.
Si masajeas desde arriba y bajas hasta la nuca, activas la circulación y favoreces el crecimiento y salud de tu cabello.
- Enjuaga con abundante agua tibia. No caliente.
La frecuencia de aplicación de los champús siempre dependen de cada persona, ya que algunos expertos recomiendan lavar el cabello de dos a tres veces a la semana a lavarlo todos los días.
En caso de hacerlo todos los días, es importante contar con aquellos productos que le proporcionen al cabello la purificación, brillo y limpieza sin resecar. Así que para elegir el champú que más te beneficie, debes identificar la necesidad más importante de tu cabello.
Una vez que ya tienes identificada la principal necesidad, entonces puedes pasar a analizar las necesidades secundarias, como la reparación, nutrición, mayor volumen, etc.
Ahora que ya sabes la información más importante en el amplio mundo de los productos de limpieza personal como los champús, ¿cuál es el que eliges cotidianamente?
